Especial Carabineros
La historia del único policía Entomólogo Forense del país
El Suboficial Mayor Aaron Jara eligió entrar a Carabineros para ayudar a la comunidad. Ya en la institución descubrió su amor por una especialidad distinta: la Entomología, resolviendo los crímenes más siniestros a través de los insectos. Hace 20 años puso la primera piedra del LABOCAR en La Serena y hoy sigue perfeccionándose.
Tres décadas han pasado desde que Aaron Jara Peñailillo (49) le dijo “no, muchas gracias” a una incomparable oferta laboral en la ciudad de Arica. Su explicación: había quedado en Carabineros su vocación de servicio era mayor.
“Había terminado recién mi Servicio Militar en Punta Arenas y me fui con mis papás al norte, allá fundaron una iglesia evangélica. Siempre me llamó la atención ser uniformado, pero no me veía encerrado en un cuartel, me gustaba mucho ayudar a la comunidad y el contacto que ahí se genera. Por eso mi primera opción fue Carabineros”, comenta Jara.
Tras egresar de la Escuela de Formación de Carabineros en Cerrillos, en abril del ’92, el policía trabajó en distintas unidades de la capital, y para el año 2000 postuló a una capacitación que le cambiaría la vida: un curso de Criminalística que terminó con honores, para luego seguir especializándose y así convertirse en el único uniformado Entomólogo Forense del país.
- ¿Cómo ha sido el perfeccionamiento en Carabineros? Es constante y el mando (los jefes) apoya los cursos y perfeccionamiento para ir mejorando. He realizado estudios en la Universidad Católica del Norte y en la UMCE acá en Santiago sobre taxidermia. Pero fue en Argentina, donde con la entomóloga forense Adriana Oliva, a la cual considero mi mentora en el ramo, descubrí todo un mundo con los insectos. También he dictado charlas en varios otros países representando a Carabineros en el ámbito de la Criminología.
Casos Emblemáticos.
El primer caso que le tocó resolver al ahora Suboficial Mayor fue el crimen de dos religiosas el 2001 en La Serena, luego que dos sujetos ingresaran a un convento, las golpeara e incendiara el lugar, matando a una de ellas.
Sin embargo uno de los casos que más conmocionó a la sociedad chilena en los últimos años fue el crimen de Hans Pozo, en marzo del 2006. El suboficial Jara estuvo a cargo de las diligencias para dar con los responsables del asesinato y descuartizamiento.
- ¿La familia lo apoya en esto? Mi esposa, Jazmina Gatica, es enfermera, y siempre me dice que hay que perfeccionarse en lo que uno es y hace. Ella ha sido un pilar fundamental en mi carrera. Es todo un mundo de posibilidades y especialidades acá en Carabineros.
Justo cuando terminábamos la entrevista, y al igual como pasa en todas las unidades de Carabineros, una emergencia llama al Suboficial Mayor Jara. Un cuerpo apareció flotando en el río Maipo, por lo que debe partir raudamente al sitio del suceso para investigar y resolver un nuevo caso policial, mediante el análisis científico que le ha entregado su especialidad