Especial Carabineros

Los multifacéticos desafíos en el Chile aislado

Debido a que Carabineros hace patria en todo el país, los uniformados son los primeros en llegar a todas las emergencias, desde médicas hasta incendios. En la Región del Maule, una pareja de policías fueron los encargados de atender a una embarazada, cuya historia tuvo un final feliz.

La localidad de Radal, en la Región del Maule, es una zona tranquila cuyo mayor atractivo es el Parque Nacional Radal Siete Tazas. Sus habitantes tienen una vida tranquila, alejada del ruido de las grandes ciudades, incluso muchas casas no cuentan con servicio de electricidad. Sin embargo de vez en cuando surgen emergencias, y que solo una pequeña unidad de Carabineros debe atender.

Ése fue el caso de la familia Ramírez Espinoza, quienes tuvieron que vivir el embarazo de emergencia de una de sus hijas en dicho sector de la comuna de Molina. Todo ocurrió la noche del pasado sábado 5 de septiembre, cuando la joven de 17 años comenzó con dolores estomacales. Su madre, María Espinoza, no sabía del embarazo de su hija y –como los dolores aumentaban– decidió llamar al 133 del Retén El Radal Fronterizo.

“Mi hija no me había contado que estaba embarazada, fue toda una sorpresa para mí, además es mi primer nieto. La posta de acá estaba cerrada, por lo que la opción era el Hospital de Molina, que está a 65 kilómetros o más, así que llamamos a Carabineros, los que llegaron a los pocos minutos. Más encima acá no tenemos luz, y solo tenemos una batería solar, y que ese día nos falló”, recuerda la señora María.

El Cabo 1° Pedro Santos y el Cabo 2° Álvaro Agurto llegaron a bordo de su patrulla y –como inicialmente les habían dicho que se trataba de un dolor muy fuerte de estómago no de un trabajo de parto– todo esto los tomó por sorpresa.

“Estamos insertos en plena cordillera de la Región del Maule por lo que tenemos un difícil acceso a los servicios básicos. Al llegar al lugar nos percatamos que la joven había roto la fuente y estaba con trabajo de parto. Hasta ese día la única experiencia que tuve al respecto fue cuando nació mi hija de 7 años, ya que participé en su nacimiento. En la Escuela de Formación nos entregan los conocimientos básicos, pero otra cosa es estar ahí, esterilizar los instrumentos (cuchillo y tijera) y recibir al bebé”, señaló el Cabo Santos.

“Tuvimos que contener a la mamá de la joven, ya que estaba muy nerviosa y no sabía qué hacer. Estaba todo oscuro por lo que tuvimos que iluminar con las luces de la patrulla y los celulares. Por suerte todo salió bien, y luego las trasladamos a ambas en la unidad hasta el Hospital de Molina para que las estabilizaran. Había participado en el nacimiento de mi hijo solamente, así que fue una experiencia nueva como funcionario. El doctor que nos recibió tras el parto nos felicitó por el procedimiento, que resultó todo un éxito”, agrega el Cabo Agurto.

Primeros auxilios.

Los funcionarios Santos y Agurto saben lo que es atender una emergencia médica en zonas aislada, ya que el Parque Radal Siete Tazas se llena de turistas durante la época estival, por lo que las lesiones por caídas son pan de todos los días en la zona.

“El mando (jefes) nos permite perfeccionar las áreas que estimemos convenientes, como los primeros auxilios. Personalmente creo que todos deberíamos saber cosas básicas sobre este tema, como curar lesiones o atender un parto de emergencia. Los primeros minutos son vitales y muchas personas se poner nerviosas al ver sangre”, explica el Cabo Santos.

“Acá en la zona conocemos a todos y la gente tiene nuestros celulares por el Plan Cuadrante, que en la ciudad es por sectores bien acotado, pero acá abarca varios cerros y kilómetros de distancia. Nos conocemos entre todos, así que cualquier emergencia llegamos rápido”, finaliza el Cabo Agurto.

“Carabineros se portó un siete, nada que decir. Ahora mi hija y mi nieta están en la comuna de Teno, en una casa con luz permanente y con más calor, ya que acá en la cordillera está haciendo mucho frío como para tener a un recién nacido”, contó la feliz abuela.

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